La psique humana debe protegerse desde una edad temprana, porque a menudo una carga verdaderamente adulta recae sobre un niño. Los padres no siempre se dan cuenta de que sus hijos experimentan miedos, emoción y ansiedad. Los psicólogos de los Estados Unidos identificaron 12 signos de estrés en niños y adolescentes, que simplemente no pueden cerrar los ojos.
Sentirse solo
Al niño le parece que se está alejando de sus familiares y está completamente perdido entre un gran grupo de personas.
Sentido de inseguridad
El niño tiene complejos, un sentimiento de torpeza en presencia de personas con las que la relación anteriormente era fácil. Hay timidez y torpeza. El niño responde preguntas en monosilábico e inapropiado.
Problemas de atención y memoria.
El niño olvida rápidamente de lo que estaba hablando, no se concentra en la conversación, interrumpe la conversación con otros pensamientos no relacionados, inmediatamente olvida las instrucciones o tareas.
Sin ganas de comunicarse
El niño entra en sí mismo, se aleja de sus seres queridos, no quiere comunicarse con sus compañeros. Se irrita, especialmente cuando otros le prestan atención. Cuando se llama a un niño, le pide a sus padres que digan que no está en casa.
Fatiga y trastornos del sueño.
El niño siente agotamiento y falta de fuerza. Se siente completamente exprimido, lo que, sin embargo, todavía no lo ayuda a quedarse dormido. Duerme mucho tiempo por la mañana, despierta deliberadamente sus primeras lecciones para no ir a la escuela.
Cambios de humor
El niño a menudo cambia de humor: puede "saltar" de alegre a lloroso.
Mal genio y cautiverio
Se hace imposible controlar tus emociones: un niño encuentra defectos en todo, pierde los estribos por cualquier motivo, se rompe.
Entusiasmo
Se comporta inquieto: se inquieta, luego tira de algo en sus manos. Se observa el efecto del movimiento en aras del movimiento: simplemente no puede quedarse quieto, solo quiere levantarse y huir.
Hiperactividad
Cuando un adolescente está estresado, a menudo encuentra diferentes actividades para sí mismo, tratando inconscientemente de cambiar a otras cosas. Así que se aleja de las tareas de la casa, se dedica a casos aparentemente inútiles.
Falta de apetito
Todos los días las cosas se convierten en un problema real. Un niño puede olvidarse de comer y, por el contrario, puede comer todo en una fila completamente no sistemático.
Miedo al silencio
El niño comienza a evitar el silencio: de vez en cuando enciende la televisión o la música, o habla continuamente con sus amigos.
Mayor atención a su apariencia.
El estrés puede expresarse en una atención excesiva a su ropa, una mayor preocupación por la apariencia, cambiarse de ropa varias veces al día. A menudo hay un deseo de cambiar radicalmente su apariencia.
Incluso con uno de estos signos, debe hacer sonar la alarma. Cuando se conecta a tiempo, puede ayudar a su hijo a sobrellevar un período difícil en su vida. Si no funciona por sí solo, es mejor recurrir a un psicólogo infantil o adolescente. Con acciones conjuntas, actitud competente y paciente, usted, sin duda, puede resolver este problema de manera efectiva.
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