La modelo de moda letona Laura Pakhomova saltó por la ventana después de que su familia se dio cuenta de que estaba involucrada en la prostitución.
Un ex novio le contó a su familia sobre la vida secreta de Laura. Poco antes del suicidio, Pakhomova envió cartas a todos, admitiendo que se había vuelto loca. Los agentes de policía encontraron en las paredes, espejos y muebles una gran cantidad de inscripciones en las que la niña culpaba a su ex amante por su muerte.
En los mensajes enviados por Laura a los miembros de su familia, se disculpó por sus errores, admitió que nada podía salvar su cuerpo y alma, pidió a sus familiares que se cuidaran a sí mismos.
El análisis del cuerpo de Pakhomova mostró una prueba de drogas negativa. Sin embargo, se descubrió que ella amenazó con suicidar al ex novio si le contaba a sus familiares sobre sus actividades "nocturnas". El interrogatorio de su novio, Martina Riley, mostró que el joven le había contado a los familiares de Laura sobre su verdadera ocupación con el único propósito de que pudieran salvarla. Debido a la evidencia insuficiente de la culpabilidad de Riley, fue liberado. Aunque resultó que hace varios años, Martin mostró una crueldad similar a otra prostituta: comenzó a reunirse con ella y luego le informó a su familia sobre el verdadero tipo de actividad de su hija.